Debía llegar a aquel hospital para dar covertura a las unidades allí enviadas. El comandante en funciones me ofreció un vehículo civil (dada la escasez de vehículos militarizados) para llegar hasta el lugar. Lo rechacé; preferí enfrentarme al peligro de la calle antes de quedar atrapado en un caos de coches estrellados y civiles corriendo de un lado a otro. Observé los mapas, la mejor posición era una torre de prácticas del parque de bomberos situada en las faldas de la colina del hospital. Allí me dirigí, con el traje de camuflaje urbano y el fusil de precisión cargado.

Si volvíamos a parar por culpa de un maldito coche civil esperaba que los BMR lo aplastasen. La gente estaba muriendo en el hospital, nosotros ibamos a ayudar y encima los civiles nos gritaban que nos quitasemos de su camino.
Cuándo porfin pudimos apartar el maldito deportivo de un empresario que no quería moverse, continuamos directos hasta llegar al hospital. Cuándo llegamos un grupo de policías se encargaba de mantener controlada a una multitud. Una fina valla separaba a los policías de un linchamiento público. Vimos varios coches de policía y dos UROS que supusimos serían de la "unidad especial" a la que teníamos que dar cobertura.
Bajamos rápidamente de los UROS y nos juntamos en torno al capitán para que nos diese órdenes mientras un policía se acercaba para que coordinasemos esfuerzos juntos.

Siempre lo mismo.
Muerte, sangre, desesperación, y yo en medio...
Me considero una de las maquinarias de muerte mejor engrasadas de España.
Me dicen: Mata. Y yo mato.
Muchos consideran que soy un arrogante y egocéntrico. Lo piensan, y es verdad... Sólo me preocupo por mí y por mi país...
El fin siempre justifica los medios...
¿ Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego?- Que te jodan Ghandi.
Me la suda que el mundo entero esté lleno de infectados. ¿Acaso antes estábamos mejor?
Todo el mundo se fue a la mierda en el momento en que apareció el ser humano, no en el momento en el que aparecieron los infectados...Jodida humanidad.
Siempre lo mismo.
***
Sobrevolamos la calle Condesa Mencía, lugar de mi niñez. Todo parece en orden.
Eso es lo malo.
Espérate lo mejor...prepárate para lo peor...
Y justo, cuando me dispongo a indicar a Jota que vayamos hacia el sur, lo veo.
Una patrulla de locales tras un Ford Fiesta se encuentran rodeados por un grupo de infectados...
-Jodidos maderos, no saben hacer nada...
-Jota, prepárate, creo que entramos en acción.

Bueno, antes de nada Bahamonde y Hartman, bienvenidos. Ahora sigamos...

SELENE
Tu equipo entra en el Divino Vallés para contemplar una escena de horror. El pasillo del hospital está desierto. Sangre por el suelo y papeles y equipo médico por todo tirado. Recepción está desierta. Una luz se ha desencajado y cuelga medio suelta del techo mientras parpadea, dandó el típico ambiente de película de miedo americana. El pasillo es largo, al final tenéis el ascensor. Justo al lado a la derecha están las escaleras. Hasta el ascensor tenéis unos 15 metros con dos habitaciones a la izquierda, además del cuarto de mantenimiento entre ambas y una habitación a la derecha.

RIPPER
Tu capitán ordena que un grupo se quede ayudando a los abrumados policías y tú, y otro hombre entréis al hospital para ver dondé está el maldito equipo especial y porqué han entrado sin esperar apoyo.
Parece que tú y el afortunado no le caéis muy bien al capitán. Justo en ese momento llegan dos Nissan Patrol de la Guardia Civil y una Boxer y bajan unos 12 Guardias Civiles con equipo de antidisturbios, porras, escudos y escopetas de balas de goma. A todas luces insuficientes para parar a la gente que empuja la valla.

HARTMAN.
Tu situación se mantiene, sin nada especial además de esperar.

BAHAMONDE
(Ya que Jota no contesta tomaré el control de su personaje.)
-¿Qué mierdas dices? tenemos ordenés, nadie te ha dicho que ayudes a esos tíos.
¿No querrás que te caiga un puro, tío?

Al llegar al garage del parque de bomberos contacto con un asustadizo bombero que protegía la entrada con un hacha.
-Indiqueme la entrada a la torre- Dije mostrándole el rifle.
El hombre miró a ambos lados he hizo una seña para que lo siguiese.
Al llegar extrajo nerviosamente de su bolsillo un manojo de llaves y abrió el candado de la puerta.
Pasé y el bombero retornó a su posición. Me apresuré a subir los más o menos 11 pisos del edificio.
En la descubierta terraza el aire era templado y el viento apenas soplaba, de momento, una buena situación para disparar. Monté el rifle de precisión sobre el borde, calibré la mirilla ACOG y coloqué el medidor de fuerza de viento al lado del rifle.
Me tumbé y observé la situación. Podía controlar todas las ventanas del ala principal del hospital, el patio-aparcamiento y parte de la carretera.
La muchedumbre parecía furiosa, la fina línea de policías y el cuerpo antidisturbios de la Guardia Civil, sería muy escaso.
Aguardé en mi posición; vi como un capitán de la G.O.E. estaba dando órdenes a dos hombres de mi unidad cerca de un UROS; acto seguido vi como esos dos hombres se infiltraron en el hospital.
De momento me tocaba esperar.