Coloco el pico en mi cinturón y levanto las manos.

- Mi nombre es Feanor, vengo en busca de ayuda y suministros, mi Land Rover se jodió, así que llevo varios días dando vueltas... Mira tío, si no queréis ayudarme lo entiendo, estáis todos muy cómodos ahí dentro, vivitos y coleando... solamente os digo que estoy dispuesto a pagar con sudor y lágrimas mi estancia ahí dentro... - Grito con seguridad y firmeza.

El jóven parece que duda unos instantes. Después te gritá:
-No se mueva de ahí.
Baja del murillo y desaparece unos instantes. Después la puerta de abre hacía dentro y aparece el jóven apuntándote con el rifle desde el pecho. Dos hombres mayores, uno con una horca y otro con lo que parece un garrote de madera aparecen para cubrir.
El joven te mira y te dice:
-Pase dentro, tumbese en el suelo y deje que estos hombres le registren. Con las manos quietas.

"Todo el mundo lleno de zetas y al final seré violado por estos chicos tan guapos" - Pienso hacia mis adentros mientras hago lo que dicen. No obstante, dejo el pico a mi alcance, puesto que en el caso de notar cualquier tipo de gesto extraño, no dudaría en agarrar mi pico y abrirles tantos agujeros en el cuerpo que ni su madre les reconocería.

- Os recomiendo que no agotéis mi paciencia, chicos.- Advierto.

Otros dos granjeros armados con armas improvisadas salieron de la casa blanca que pegaba con el muro.
El jóven con el rifle te apuntó con él:
-No estás en condiciones de pedir nada. Quitadle todas las armas y llevadle a ver al Alcalde.
Los granjeros te tiran al suelo, te registran y te quitan las armas y la mochila.

- Espero que no estéis disfrutando con esto, cabrones- Susurro mientras sus sucias manos recorren mi agotado cuerpo.