Observando las indicaciones de Ripper, descendí con cuidado de la plataforma. Me encontraba frente a la cafetería donde anteriormente había volado la cabeza a una camarera infectada. Corrí hasta llegar a la tienda de ropa y una vez allí comencé a registrar el cuerpo de uno de los encapuchados; guardando el desencofrador.

En total encontráis, un desencofrador cada uno, además de un bate de béisbol que encuentra el nacional.
Ripper encuentras 39 $ y unos alicates. Además una mochila pequeña, que contiene una caja con dos cadenas de plata (150 $ cada una) y otro fajo de billetes con 200 $.
Hartman encuentras algo parecido. En la cartera del tipo encuentras 46 $ y una linterna, además de un Walkie-Talkie que parece estropeado (tirada de reparación de +65). En la mochila pequeña del tipo encuentras un fajo de billetes de 300$.
El nacional encuentra en la mochila un cuchillo de supervivencia y 300$ (NOTA: Este dinero y objetos se queda en la mochila, despues al vehículo y luego va a la base, no es para vosotros).
Además os dáis cuenta que estaban intentando reventar la caja registradora, que está cerrada (tirada de apertura de + 6

¡En marcha!. Es hora de largarnos de aqui. Vamos al segundo piso, si los equipos tienen todo preparado nos largamos.
Un vistazo rápido a la caja registradora. El dinero nos vendría bien, sobretodo según como iban las cosas. El dinero siempre es útil, incluso en el Apocalipsis, pero las órdenes de nada de saqueo, también nos incluían, y aún estaban vigentes.
Eramos militares, no mercenarios o saqueadores.
La comida era distinto, la necesitabamos para mantenernos vivos nosotros y los civiles, si querían fusilarme o plantarme a un consejo de guerra por eso, adelante, lo vovlería a hacer una y mil veces.
Poniéndome de pie, me dirigí a la escalera mecánica...

Recogí el pequeño botín y rifle en mano salí de la gran tienda siguiendo a Ripper escaleras abajo, para contactar con el resto del equipo.

La mañana había sido dura; un madrugón, un salto desde un helicóptero, entrada a un centro comercial desde el tejado y un cargador a la mitad. Esto de sobrevivir comenzaba a hacerse duro, y aunque fuese mi trabajo y estaba acostumbrado, que unos bichos come cerebros te persiguiesen, complicaba un poco las cosas. No se que era peor, un AK-47 o un colmillo, la verdad, no me iba a quedar cerca de ninguna de esas dos cosas para comprobarlo.

Mientras llegabáis a la escalera mecánica, el segundo equipo que habiáis enviado al primer piso aparecío arrastrando un carro, cargando con lo que parecía ropa y material de una ferretería. La comida estaba en el primer piso, así que habían cogido lo primero que habían visto útil.
Una vez bajasteís el carro con dificultad por las apagadas escaleras, llegasteís a los vehículos, dondé ya habían aparecído otros grupos con carros de comida y bebida cargados hasta los topes, que cargaban sin detenerse en los BMR y el URO.
Os distéis cuenta que había muchos más cadáveres de zombies alrededor que los que había cuándo habíais subido al segudno piso.
Haciendo recuento os fijáis que sólo falta un equipo, mientras, los demás cargan comida y material sin parar...