Me dirijo hacia los COE que disparan sobre la calle:
-Atentos, seguid abriendo fuego sobre la explanada, que se acojonen, quiero tiros precisos. -No quería que se distrajesen, un poco de pánico entre las filas y todo se iría al garete.

Cubriéndome tras una columna me cuelgo el rifle y desenfundo la pistola. Busco el momento idóneo y disparo sobre los salvajes de la puerta.

HARTMAN Y RIPPER

Entre los dos conseguís matar a los 3 hombres que habían entrado. Hartman a uno y Ripper a los otros dos.
Sorprendentemente Ripper no consigue contactar con la avanzadilla de fuera y sólo recibe estática cómo respuesta.
Con un par de disparos más la banda de salvajes se dispersa. Ya han perdido demasiado hombres y el ruido está atrayendo a docenas de caminantes que estarán en el lugar en poco tiempo.
Cuándo se despeja el humo y la sangre además del agente de policía un civil del fondo yace muerto y un GEO herido de gravedad. Un agente y un compañero del cuerpo corren a socorrerle. Por lo demás, todo parece en calma...


SELENE

Con la nueva avanzadilla limpias rápidamente. 14 cadáveres de los zombies corredores y otros 6 de zombies normales ocupan ahora el camión. La calle parece limpia y despejada.

DOCTOR LANYA

Los soldados de la puerta te informan que van a proceder a la incineración de los cadáveres y que han almacenado todo lo de valor de los cuerpos hasta que lo revise el Teniente Bécquer. Te preguntan si necesitas algún tipo de ayuda con algo o si prefieres que cierren las puertas del laboratorio y esperen fuera. Parece que no les gusta eso de vigilarte mientras hurgas en los cuerpos de lo que antaño fueron personas.
Las muestras de virus reposan en unos viales cerrados de un ligero color morado-rosáceo, mientras la sangre infectada presenta una especie de pequeños coágulos negros, cómo si estuviesen granulados.

Selene entra en la base a la cabeza de los camiones con un cargamento bastante maloliente. La puerta exterior y la interna se abren y Selene aparca los camiones en el garaje subterráneo, justo al lado del deportivo rojo que se había agenciado el Teniente.
-Selene: ¡Vamos!. ¡Llevad a estos sacos de carne a nuestro querido Doctor Chiflado!.
Selene avanza por los pasillos mientras sus hombres descargan las bolsas negra con los cadáveres y las disponen en el suelo del garaje para después trasladarlos al laboratorio.
Cuándo Selene llega al laboratorio, los soldados están incinerando los cuerpos. El calor de la sala es insoportable.
-Selene: Soldados, ¿ dónde está el doctor?
-Soldado 1: Se fue a su despacho, sargento.
-Selene: Bien. Continúen.
-Soldado 2: Sargento, aquí están los materiales valiosos de los cuerpos. El soldado le tiende a Selene una caja de plástico cómo la de los aeropuertos, repleta de billetes arrugados y joyería, además de alguna otra cosa.
-Selene: Yo me encargo.
Selene toma la caja y se dirige fuera mientras traen el primer cuerpo.
Tiene que buscar un rato hasta encontrar al Doctor Lanya.
-Selene: Doctor, estamos de vuelta. Tiene un montón de cuerpos nuevos esperándole.
Con la última palabra, Selene hace un gesto de dolor. Quizá debería pasarse por el Doctor Sera a que la analice los golpes y contusiones...

Nos habíamos librado de una buena.
-Sargento Hartman intente contactar con el equipo de fuera, si no le contestan vaya a ver que cojones están haciendo.
Después me acerque a el GEO herido.
-¿Cómo se encuentra?. TRas echarle un ojo y ayudar en lo que podía le digo al jefe de los GEOs:
-Necesitamos que prepare a los civiles para la evacuación, y tenemos que llevarnos todo el material que podamos de aquí. Esa puerta tiene que abrirse. Lleveme hasta ella.
Preparen al GEO para el trasporte y registren los cuerpos de los salvajes. Vean si alguien ha sobrevivido. No dejen que ningún podrido se acerque. Vamos señoritas, dense prisa.

Mientras estoy redactando un documento con los avances para el Teniente, la sargento Black aparece con buenas noticias.
- Gracias Sargento Black, espero que lo le hayan causado muchos problemas. ¿Cómo va todo ahí fuera? Ah, por cierto, hacía tiempo que quería preguntárselo, ¿Dispone esta base de una sala de comunicaciones con la que contactar con el mando estadounidense?
Al ver que entra la veterinaria, la digo que busque a Sera y que vaya analizando los cuerpos, que yo bajaré ahora y cualquier cosa rara que me llamen. También la pregunto su nombre, pues ni nos hemos presentado.
- Marta, Marta Campos - responde ella.
Entretanto sigo pensando en como redactar el escrito. Primera remesa de cadáveres... No, no suena muy bien. Mejor primera muestra de infectados. Suena más impersonal, así nadie sentirá lástima por ellos.
Vuelvo a mirar a la Sargento Black.
- ¿Le apetece tomar algo de café y descansar un rato en estos mis nuevos aposentos durante los próximos 20 años? - señalo la cafetera que está al lado de la centrifugadora de muestras.