Bajé al aula a dormir. llevaba una hora durmiendo placidamente cuando por el walkie se escucho la voz de mi "querido" Springfield:
-Mi Sargento tenemos en la calle a muchos de esos cabrones.
-Has avisado por radio?
-No...
-Pues hazlo joder. Cambio y cierro. Barret despierta hay que ir al tejado.
Con mala cara acepto. Recogimos nuestros aparatos de hacer daño y subimos al tejado dejando un vibrante eco por las escaleras. La noche era fria. Springfield estaba tumbado observando. Efectivamente esos mamones estaban ahi. Los tres estabamos en mi posicion.
-Barret ve con el arma a tu posicion de seguridad, ahora te dare instrucciones.
¿hay alguno en tu posicion Springfield?
-No ,hay un par de coches estrelladosque impiden el acceso , ademas e estado ahi hace 5 min. y no habia nada.
- De acuerdo monta la 240 apunta y busca buenos blancos. ¿llamaste por radio?
-Si pero nadie contesto.
Cogi la radio.
-Aqui Nido 01 para Madriguera, tenemos multiples contactos en nuestros visores, el enemigo es tipo Z solicito luz verde y autorizacion por parte del Jefe de Base. Cambio.
Esperé la respuesta sin dejar de mirar el panorama.

El chasquido de la respuesta no tarda en llegar por el walkie:
-Nido 01, aquí Madriguera, eliminación autorizada. Dadles bien a esos cabrones.

Sorpresivamente había dormido mejor de lo esperado. El reloj de pared de mi habitación indicaba que eran las 6,21 de la mañana.
Tardé poco más de 20 minutos en darme una ducha y cambiarme a un traje de militar básico para pasar el día.
Llamé a uno de los soldados que estaban encargados del turno de noche y le dije que me trajese un café y si era posible algo de comer, además del informe de la noche. También le dije que comunicase a la líder de los civiles Vanesa, a mi mano derecha Hartman, al doctor Lanya, al piloto de helicópteros Jota y a la líder de los Z.O.R.T Selene, que a las 8.00 tendría lugar la primera reunión del día.
Mientras esperaba mi café y mis informes decidí leer un rato los documentos que habíamos encontrado al hombre trastornado de la base.

Para Selene fue un alivio que viniesen a despertarla para comunicarla la hora de la reunión.
Selene no había podido pegar ojo durante toda la noche gracias a las palabras del nuevo Teniente Bécquer.
Mientras Selene se lavaba la cara y se cambiaba la ropa, seguía dando vueltas a las palabras del día anterior.
¿De verdad sería para ella sólo un juego? ¿La habían entrenado tan bien que ya no podía ver a los zetas cómo antiguos humanos y menos aún preocuparse de los que aún eran humanos?.
Mientras se cambiaba de ropa interior se descubrió otra vez pensando en el teniente. No se esperaba que un simple soldado le hubiese tocado tan profundo con unas palabras. Empezaba a sospechar que el teniente no sólo era un tío bueno, si no que debajo, había mucho más.
Cuándo Selene acabó de prepararse, salió al pasillo en dirección al comedor para tomar algo de desayunar.

¿A caso había mejor color?
-Recibido Madriguera, eliminación en curso.
Dejo el intercomunicador de la radio y cojo el walkie.
-Barret, luz verde, disparos precisos.
La respuesta no tarda en llegar.
-Recibido.
-Mi Sargento, hay cinco en la valla, se acercan más por la carretera.- Era Springfield el que hablaba.
-Bien dispara con la 240 a los de la valla.
Recojo el Springfield y apollado en el borde disparo sobre el grupo que se acerca por la carretera, les tenía bien a tiro.

Cinco horas después:

-¿Algún movimiento?
-No mi Sargento todo tranquilo desde hace un rato.

Cadáveres se amontonaban en los alrededores del colegio, la noche había sido movida, pero nos había permitido descansar al raso en el tejado por turnos, esos condenados nos han tenido en jaque toda la noche.

El chasquido de la radio hace su aparición:
-Nido 01, aquí Madriguera, El jefe de base solicita una reunión en la que debe estar presente el jefe de tiradores. Cambio.
-Recibido Madriguera. Cambio y cierro.

-Tengo que irme, informad sobre cualquier anomalía por pequeña que sea, estoy al otro lado del walkie, volveré con comida y munición, y si puedo traeré un par de camas y a alguien que nos abanique.

Springfield soltó una silenciosa carcajada.
-A la orden mi Sargento, estaremos al tanto.

Me marché con mi rifle, aunque aquella noche no le di ni una oportunidad al Warfare, había que probar el nuevo material que no estaba mal.
Bajé las escaleras, los chicos de la planta baja me saludaron al pasar, acababan justo de hacer el relevo.
-¿Alguna novedad chicos?
-Ninguna mi Sargento, todo en orden.

Oído eso entré por las metalizadas y gruesas puertas de la base, estaba reluciente, nada que ver con el mohoso colegio.
Decidí tomar un café bien caliente antes de la reunión, y ya de paso comer algo. La verdad, me dolía la cabeza la falta de sueño y escrudiñar una noche llena de gemidos de zombies era algo sufrido.
Las puertas del comedor estaban abiertas de par en par, había dos mesas casi completas llenas de civiles que parloteaban algo más animados, me gustó aquella imagen, era como un buen recuerdo.

En la mesa de los condimentos estaba la Sargento Selene preparando algo para su desayuno, me acerqué hasta allí.
Su cara reflejaba un tono triste, ni siquiera se percató de mi presencia, al principio dudé, pero bueno me atreví a entablar una conversación, me pareció una humilde situación, al fin y al cabo habíamos visto cosas más que parecidas en este 'nuevo mundo' quizás esa fuese la raíz de su tristeza.

-¿Qué tal? ¿Cómo ha ido la noche? ¿Todo tranquilo aquí abajo?