Dejando los motores al ralentí y sin quitar un ojo a los zombies que se acercaban, bajo de la ametralladora y voy al encuentro de Hartman.
El colegio-base parecía sólido, con unas buenas vallas de metal y cemento, aunque habría que ver la supuesta "base" por dentro.
Al llegar junto a Hartman y ver las puertas cerradas le digó a uno de los COE que mire por todos los canales de la radio y que comunique a los que estén dentro de la base que abran las puertas.
Mirando como el ruido de los motores estaba atrayendo a las criaturas (y nuestra simple presencia) le digo a Hartman:
-Me parece que si nos dejan aqui mucho tiempo vamos a estar igual de jodidos que hace unos minutos.

Al acercarse Ripper pudimos comprobar que la puerta estaba totalmente bloqueada.
Echando un vistazo a los edificios colindantes, a través del retículo de la mirilla, descubro en última instancia a unos tipos que observaban desde la azotea de uno de los edificios del colegio, dentro del complejo.
-Sí, estaremos muy jodidos a menos de que esos tipos se den prisa invitándonos a entrar.- Dije a Ripper señalando la posición de los desconocidos.

Lo que nos faltaba. La base cerrada.
Escabulléndome de la posición de la ametralladora, bajo del blindado y cierro la puerta suavemente. Enrollando la correa táctica del M-16 alrededor del hombro derecho me acercó a Hartman y Ripper, mientras los ZORT, bajan de los vehículos atentos a cualquier zombie que se acerque demasiado.
-¿Algún problema chicos?

-¡Aprisa!. Les grite a los otros, deshicimos nuestros pasos hasta llegar a la sala de control, allí encontramos unos mandos a distancia como los de cualquier garaje convencional que abrían la puerta principal.
Con aquel mando en mano salimos mis hombres y yo corriendo del edificio, y cruzando el patio pulso el botón que activaba el mecanismo a distancia.
A la puerta le costo un poco hasta que empezó a desplazarse para dejar paso a todos miembros de ejercito.
-Por fin un poco de actividad y de compañía. Grite

Unos tíos salieron a abrirnos la puerta rápidamente. Eran un puñado, muy alejado del número necesario para mantener una base de ese calibre activa.
-Será mejor que entremos. ¡Meted los vehículos!
La columna de blindados fue avanzando lentamente mientras Hartman, Selene y yo nos acercabamos a pie.
Una vez terminaron de pasar les hice un gesto a los soldados que nos habían abierto para que cerrasen. Andando lentamente al lado de los vehículos, que se detuvieron en medio del amplio patio de recreo, llegamos hasta los soldados, que más de cerca vimos que eran de las FAMET. Pilotos.
El que parecía el líder era un cabo primero que llevaba los mandos de las puertas.
-Cabo, ¿quién es usted y qué hace aqui?.
Me sorprendía que las instalaciones no estuviesen dirigidas pro al menso un suboficial.
-Espere, espere. No importa. Tenemos un herido y un grupo de civiles. Será mejor que entremos en la base. ¿Dondé podemos dejar los vehículos y atender al herido?