Dos horas después me levanté casi igual de cansado. Apenas había dormido, pues horribles pesadillas me habían estado acosando.
Me levante de la cama y me quedé sentado en ella.
Alrededor de la enorme habitación los civiles dormían plácidamente.
Me hubiese gustado tener una habitacióin propia, pero eso en estos tiempos era cómo pedir un jacuzzi y una cerveza helada servida por una rubia tremenda.
Tardé unos pocos segundos en despertar a los COE que dormían y a Hartman.
No teníamos tiempo que perder.
En la armería todos nos vestímos y nos preparamos, los COE comprobaban sus armas y se preparaban.
Abriendo mi taquilla (nos habíamos cogido una cada uno para guardar nuestras pertenencias), cogí mi nueva y reluciente M4A1 con su mira ACOG, comprobe que estaba en perfectas condiciónes y me heche los 4 cargadores que tenía en las bolsas. También cogí la Beretta 92, con 4 cargadores (esperaba no necesitar más). Así cómo las esposas y la linterna, la cantimplora y mis dos raciones de comida, además de mi fiel cuchillo (no sabía lo que iba a necesitar).
Mientras hablaba con Hartman.
-He decidido no arriesgarnos. Iremos sólo a una localización de momento. Primero al centro comercial. Tú iras primero en el helicóptero de Jota, desde ahi podrás cubrirnos y avisarnos. Nosotros iremos en convoy hasta allí. Vamos a necesitar comida y más cosas. Después pasaremos en el convoy hasta la base si nada se tuerce.
Una vez preparados fuimos hasta el garage.
Habíamos decidido ir todos los COE (menos uno que se había quedado a vigilar en el tejado), lo que hacía un total de 5, y otros 4 nacionales, a los que, sorprendentemente, no había tenido que insitir mucho, pues entendían lo difícil de la situación.
En el garage ordené que llenasen los depósitos de él Rebeco y los dos BMR, que tenían más espacio. Entonces me di cuenta que los BMR y el Rebeco tenían bastante equipo en el interior.
Ordené que llenasen los depósitos con los barriles que había en la base. Después les dijé que sacasen todo lo demás menos la munición para la torreta y las latas de gasolina, es decir toda la munición y rifles de asalto o pistolas adicionales, linternas etc... Quería los vehículos lo más vacíos posibles.
Pregunté a Hartman por radio si estaba ya en el helicóptero.

Me desperté zarandeado por el Sargento el cual no tuvo que insistir mucho pues me levanté de un brinco haciendo eses de cansancio hasta la armería. Me coloqué el traje de camuflaje urbano y me abroché las cinchas, comprobé que el rifle estaba listo y en perfecto estado, coloqué un cargador y lo amartillé. Guardé los restantes cargadores en las bolsas más los de la beretta, y ésta bien abrochada en la cintura. El cuchillo bien guardado en su funda junto al tobillo. Listo el equipo, escuché las órdenes de Ripper y subí al tejado donde esperaba un helicóptero que se preparaba para despegar.
-Cabo, el sargento a la radio- Dijo Jota en cuanto monté al aparato.
-Sí señor, listo para volver al combate- Transmití por radio.
Sabía cuales eran las prioridades del Ripper y me parecían correctas, esperaba que todo saliese bien. No era la primera vez que disparaba desde un helicóptero, pero tendría que afinar la puntería.

ROL OFF: Perdón, sólo añadir que me llevo también la llave sin identificar y 4 horquillas. Además me gustaría llevar también los dos silenciadores que voy a pedir comprar ahora.

Después de haber comido algo y de unas horas de sueño seguía con las dos chicas.
A la pequeña, que se llamaba Elena, le habíamos encontrado uans pinturas en el colegio y ahora se divertía haciendo dibujos, probablemente distrayendo su mente de lo que les había pasado a sus padres.
Habíamos quedado en incinerar a su padre dos horas después.
Yo discutía con María, que me había contado su historia de principio a fin.
-Es que no entiendo que se supone que debo hacer en el laboratorio. Joder, sólo estaba acabando tercero. Hay miles de cosas que aún no sé.
-No te preocupes cariño. A mi no se me deba bien la química, pero seguro que hay un montón de cosas útiles que puedes hacer. Yo que sé... explosivos, luces, granadas de ácido o algún invento futurista de esos, cualquier cosa de esas.
-Ya pero, ¿y si la cago?.
-Todos podemso cagarla aqui cariño. En un mundo en el que los muertos echan andar, que nos tires medio laboratorio no es un gran problema: le dijé intentando animarla.
En ese momento un grupo de COE salieron corriendo para preparar los vehículos. La expedición de Ripper estaba a punto de salir. No pensaba ni salir a decirles adiós, seguía pensnado que era una estupidez.
-Bueno cariño, voy a ver si puedo hacer algo útil en el centro de mando.
Despedí con un gesto a María y acaricié la cabeza de Elena, para irme al centro de mando.
Una vez allí, pregunté si había pasado algo interesante en mi ausencia.

Con el deposito lleno y toda mi tripulación y Hartman despegamos desde el tejado del edificio.
-Rumbo "Alcampo". Comuniqué por los cascos del helicóptero al resto de la tripulación, estos asintieron. Las calles, unas más que otras, estaban plagadas de zombies, coches parados en medio de la carretera, alguno todavía en llamas, y otros ya completamente calcinados, en algún momento se veía correr a algún exhausto superviviente que por desgracia acababa siendo rodeado y atacado por aquellas bestias.
Las acaras del resto eran un poema, Javi miraba las calles pasmado, con la boca abierta de par en par que parecía que se iba a comer una mosca, para romper el monótono ambiente decidí hacer las presentaciones, le presente a Hartman a cada miembro de mi tripulación.
Estas se vieron interrumpidas por la radio que chasqueo un par de veces, pero nadie dijo nada, no obtuvimos contestación.
Alcampo se divisaba ya cercano, apenas distábamos ya un par de manzanas.