-Selene: La verdad, Teniente, fue algo muy extraño. Nos encontrábamos en la calle de delante de la base, limpiando los cadáveres cuándo una bandada de zombies corredores apareció. No puedo decir de dónde salieron, peor nos atacó y nos dieron bien. Por suerte no mataron a ninguno de nuestros hombres gracias a la ayuda de los francotiradores de la base. Unos tíos finos. Por lo demás no sabemos mucho más. Cuándo le Doctor Lanya los abrió descubrió que estaban infectados por un virus distinto. El Doctor abrió todos los cadáveres, les cogimos lo de valor y los metimos en las incineradoras, cómo ordeno.
Ahora señor, quería pedirles más hombres para renovar mi escuadra de ZORT. He tenido numerosas bajas y creo que podría enseñar a un par de civiles nuestras tácticas. Además querría hablar con mi Alto Mando en EEUU, señor.
Selene se quedó mirando la expresión de Ripper. El tío era joven y joder, cuánto más me fijaba más me daba cuenta que estaba muy bueno. El típico tío que no ves jamás en la discoteca, ni comprando, ni por la calle, pero que se choca contigo un segundo y te quedas prendada de él hasta que se disculpa, te mira, sonríe y vuelve a desaparecer entre la gente

El árbol cedió y cayó produciendo un sonido sordo contra el suelo. Cogí el walkie y hablé con los tiradores:

-¿Tenéis mejor visión ahora?
-Sí mi Sargento, podemos ver las ventanas del primer piso del edificio blanco y parte de la calle. Quitando unos cuantos más tendremos la calle completa.
-Sí, pero de momento habrá que esperar. Avisad al garaje que saquen un camión con cuatro tíos.

Esperé sentado en el troco caído. Al rato salió el camión, los cinco amarramos el árbol al vehículo y volvimos a la base. Déjamos el tronco en el patio.

Bajé a mi taquilla. Dejé mis apuntes y el hacha y recogí el rifle. Fui hasta la armería.
-Habran la puerta.- ordené al soldado que vigilaba.
Entré y recogí el Dragunov. Guardé la munición aparte en mi mochila. Realicé el informe de lo que había retirado y salí.

Atravesé los pasillos y llegué hasta la sala común. Sentada en la mesa estaba Vanesa, la jefa de los civiles. Arrojé el Dragunov sobre la mesa.
-¿Quieres disparar?

-Tiene permiso para comunicarse con su mando Sargento. EN cuánto a los Z.O.R.T, siento decirle que no tenemos el equipo necesario para entrenar una escuadra de sus características.
No obstante, creo que debería estar al mando de una escuadra, y precisamente no nos sobran hombres. Me gustaría que entrenase a 10 civiles en el uso de armas. No serán más que mercenarios, pero algo es algo. Necesitamos empezar a purgar el perímetro de escoria gul.
Sus Z.O.R.T deberán quedarse aquí, en el Centro de Mando probablemente, ya que no son una unidad operativa lo suficientemente efectiva. Pero sus conocimientos en tácticas y estrategia contra los zetas, nos serán muy útiles.
Ahora si me disculpa, tengo que ir al Centro de Mando.
Me pongo en pie y hago salir a la Sargento Black mientras me dirijo hacía el Centro de Mando.
Allí charlo un poco con los hombres y una vez en mi zona reservada abro la caja fuerte del Centro de Mando y cojo unos 10.000$.
Técnicamente estaba robando al Estado, pero era un dinero que se iba a emplear bien, y ¡que cojones!, que le dieran al Estado. Nos habían abandonado a nuestra suerte, pues teníamos que hacer todo lo posible para sobrevivir.


ROL OFF: Admin, supongo que podré coger el dinero. Quiero juntar ese dinero al mío propio y comprar al héroe Lupo para que después nos salgan más baratos unos cuantos mercenarios.

Rol Off: Me parece bien Ripper, pero postealo en la parte de Tienda.
Hartman, ya hay un tirador en el tejado con el Dragunov, por eso no esta en la armería. Lo que le das por tanto es el otro rifle de precisión que esta en la armería.

-Selene: Señor, entendido señor. Me pondré a ello inmediatamente.
Selene prefería darse una ducha y tumbarse a dormir un rato antes que poner a entrenar a unos sorbemocos civiles pero así era el ejército, no podías elegir.