-Joder, ¿y estos son los que pretendías que te salvaran? dijo la vocecilla maléfica de mi cabeza. Delante de mí se presentaban los restos de docenas de soldados con tanques y todo y aún así no habían parado a los zombies. Y yo tenía un bate de béisbol para hacerlo. Estaba jodida.
No me podía quedar allí. Lo mejor era que girase a la derecha y buscase otro puente por el que pasar, porque ni por todo el oro del mundo pensaba cruzar por el maldito puente de San Pablo.
No sabía hacía donde ir y el plan de dar vueltas por la ciudad sin sentido no se me antojaba muy positivo.
Tenía que pensar rápido...

En el segundo puente encuentras algo parecido. Dos coches de policía cruzados, impidiendo el paso por el puente con un URO abandonado. En el puente hay tres cadáveres, parece que por ese puente al ser tan estrecho y pequeño, pocas personas decidieron atravesar por allí.
Un militar sin cabeza está apoyado en la posición del artillero y el zombie de un policía está abajo, en la orilla del río, arrastrándose por el suelo y gimiendo hacía tí sin posibilidad de llegar a tu mismo nivel de altura.
Entre los dos coches de policía tienes el hueco justo para pasar, puede ser peligroso pero puedes conseguirlo (tirada de conducción: +60)...

¡De puta madre!: dije acelerando la moto e intentando pasar por el estrecho hueco. Podía romperme la crisma, pero en ese momento no me apetecía frenar para que los zombies me alcanzasen, así que le dí gas a la moto.
Y pensar que hace unos meses si le rallaba el coche al madero me vería en un lío.
En otros momentos habría pensado, ¡que se joda!, pero en ese momento, después de que los malditos pitufos hubiesen muerto casi todos para que la gente se salvase, no tenía tantas ganas de meterme con ellos. Le habían hechado huevos.
Habían sido idiotas, pero con huevos al fin y al cabo...

Superas sin problema la tira y atraviesas entre los vehículos.
Consigues +2 en conducción.
De esta forma consigues llegar al otro lado del puente, encontrandote de frente, a unos 150 metros, la iglesia de San Lesmes y el cuidado paseo que cruza alrededor del río paralelo a San Lesmes.
A tu izquierda un hotel, con unas luces moradas un tanto extrañas, de las cuáles ya no lucen la mitad. Te das cuenta que está empezando a anochecer. Un par de zombies se acercan a tu vehículo en marcha.

-¡¡YUJUUU!!!. No sabía porque nunca había hecho una cosa cómo aquella. Puede que el Apocalípsis Zombie no fuese algo tan jodido al fin y al cabo.
Continué por aquel paseo hasta la iglesia del fondo del camino y entonces se me ocurrío una idea.
Las motos de policía llevaban radio, si quería buscar a algún guripa o algún capullo del ejército que me rescatase antes de que se hiciese de noche quizá así pudiese localizarles.
No entendía cómo funcionaba aquella cosa hasta que ví un botón que al moverlo cambiaba de frecuencia la radio, así que fui cambiando de una en una hasta que encontrase algún sonido en alguna.